Tuve una conversación curiosa e interesante por WhatsApp. Mi hermana vive al otro lado del mundo, en Londres, entonces por esa vía nos mantenemos en contacto frecuente.

Hablábamos o más bien dicho nos escribíamos acerca de libros, es que hace un tiempo me había enviado por correo el libro The Psychopath Test, de Jon Ronson. -Te va a gustar -me dijo-. Todavía me pregunto si  me lo regaló porque hay algo que no me quiere decir directamente. Ella es psicóloga de las buenas, entonces mis temores tienen fundamento. No lo terminé de leer, es que mientras más avanzaba, más miedo me daba el descubrirme o identificarme a mi mismo y no lo soporté.

Esta vez me recomendaba una novela romántica,  The Time Travelers Wife. Aunque reniego de ser un romántico, creo que de cierto modo proyecto esa imagen, sino no me la habría mencionado y eso me hizo sentir incómodo, así que cambié de tema repentinamente.

-A propósito de relaciones, ¿cómo está tu amiga? Me contaste que su novio se fue de la casa intempestivamente -le pregunté. De verdad tenia curiosidad de esa sabrosa historia que me había relatado. Ella tiene una amiga que le planteó a su novio, con quien convivía hace años tener hijos y él en un ataque de pánico se había fugado de la casa.

-¿Ya te aburrí? -me preguntó.

“Que difícil es cambiarle el tema a una mujer, y a la vez que fácil y frecuentemente lo hacen  ellas -pensé.

-No, no es eso, es que a propósito de novelas románticas, me acordé de lo que me contaste hace un tiempo: Del novio ese que no pudo con el “compromise”….

Acá tengo que hacer un paréntesis, me hermana está comprometida, a pesar de hacer una muy buena pareja con su novio, recién después de 9 años de relación decidieron casarse. Como su noviazgo ha sido tan largo a modo de broma usamos la palabra en inglés “compromise” cuya traducción al español no significa lo mismo que compromiso. “Compromise” se aplica más bien a ceder o poner en riesgo algo para logar un acuerdo. Entonces una vez le pregunté si acaso esa tardanza en casarse se había debido al “compromise”…, así su Engagement Ring o Anillo de Compromiso, pasó a llamarse el “Anillo de Compromise “.

-Se fue definitivamente de la casa, dejó la mitad de sus cosas y se demoró tres meses en llevárselas definitivamente.-me contestó finalmente.-Vamos, que se quería ir sin irse (sic)…

-¿Y ahora, cómo sigue eso? -me interesé en entender un poco más.

-Aún quiere hablar con mi amiga y estar con ella pero sin “compromise”. Como excusa dice que tiene problemas y que va a terapia, pero yo no le creo.

-Entonces es un vampiro o un maestro -le dije tratando de obtener una definición que caracterizara al personaje.

-Maestro no es, un parásito le digo yo, pero me gustó más tu definición, es un vampiro. No quiere tener familia con ella, pero al estar siempre en contacto de cierta forma tampoco la deja tener familia con otro -reflexionó. -Es triste la historia -agregó.

-Entonces sigue triste -aseveré,  pero era una pregunta.

-Sí, eso de hacerse mayor afecta mucho a las mujeres… yo lo llevo bien, porque no aparento mi edad, hahahaha –me dijo, escribiendo su risa en inglés, así ríe ella.

Si su respuesta hubiera sido solamente un “sí” o un “no”, habría sido suficiente para mí, pero ahora estaba absolutamente desconcertado. Y así fue como empezó un diálogo entre sordos.

-¿Quién te dijo eso?-le pregunté, olvidando que es psicóloga.

-Yo me lo dije a mi misma!!! –me contestó, sin entender que yo no estaba bromeando acerca de su edad, además es verdad que se ve mucho más joven de lo que es.

-Mmmm… pero estamos hablando de tu amiga, yo suponía que estaba triste por terminar su relación. ¿Me puedes explicar qué mierda tiene que ver la edad en esto?

-Mmmm?  Hahaha, bueno, sí por la relación, pero ella también lo ve como que ya tener una familia sea difícil para ella, tener bebés…

-Pero el tener una familia implica primero tener una buena pareja o ¿el fin es tener bebés?  -quería saber qué creía, yo ya había asumido que había diferencias en cómo pensábamos.

-Para ella las dos cosas –con su respuesta nuevamente se desmarcaba de su amiga.

-Porque si es por tener bebés, dile que yo viajo, pero sin compromise… además me salen bonitos.

-Hahahaha, No!!!

-¿Me puedes explicar de nuevo esa relación entre la edad y terminar un noviazgo? –insistí, porque no quería que se me escapara.

-¿Es que no entendiste? –me regañó.

-No, soy hombre, no veo las cosas igual que tú –le dije, pero no sé si esa es la razón, porque por algo me mando el librito ese…

-Hahaaaa, sí…ya ya –fue su respuesta. Hizo una pausa como ganando tiempo para pensar cómo me explicaba.

-Supongo que ella terminó la relación con alguien que amaba y eso la debería tener triste, pero tu mezclas los hijos y la edad en esto –le dije para que entendiera mi pregunta. -¿Si esto pasaba diez años atrás daba lo mismo? –agregué.

-No, la relación la terminó él.

Ahora se me estaba clarificando todo, es que hace un rato me había dicho que el novio ¨parásito¨ la seguía contactando y que quería continuar la relación, pero era evidente que no estaban juntos ¿por qué?… creo que esa pregunta no la podría responder fácilmente una mujer.

Lo que su amiga no sabe, es que los hombres tenemos una herramienta que nos permite evadir conversaciones difíciles con nuestras parejas, le llamamos “la mentira piadosa”. El razonamiento es simple, mientras la mentira piadosa la deje tranquila sirve y si la hace feliz mejor. Acá van algunos ejemplos:

 

Ejemplo1:

-¿Cómo me queda este vestido? –me pregunta ella, … es el quinto que se prueba.

-Bien, ese es el mejor de todos –te miento piadosamente, porque la verdad es que no me fijé bien en los anteriores tampoco, pero me parece que el primero que te probaste es el mejor, pero si te digo que es este que tienes puesto , quizá  ya nos podamos ir. Además vi el precio sin que te dieras cuenta y es más barato.

 

Ejemplo 2:

-Sofía es una chabacana, venir con esa falda tan corta, no deja nada a la imaginación –me lo dice mirándome fijamente. Cualquier expresión de mi rostro me puede delatar.

-No sé, no me fijé, hay tanta gente… -contesto nervioso y hago una pausa para chequear si quedaste satisfecha con mi respuesta. Porque claro que vi a Sofía, apenas apareció, mi vista se desvió inevitablemente a esas piernas interminables, …que pedazo de mujer.  

 

Ejemplo 3:

-He pensado en hacerme una cirugía estética, ponerme implantes –dice ella.

-Mi amor, sabes que no me gustan las tetas grandes, son poco elegantes. Eres muy linda así y puede que la operación salga mal –miento y miento. La verdad es que me calientan las mujeres con curvas, pero teníamos programado cambiar el coche el mes siguiente y la operación no la debe cubrir el seguro. Además empiezo a sospechar que esas tetas nuevas  no serán sólo para mis ojos ni mis manos.  

 

Ejemplo 4:

-No eres tú, soy yo… estoy pasando por un proceso muy difícil donde me estoy reencontrando y necesito tiempo para mí, hasta he pensado en ir al psicólogo -clásica mentira. Pero la verdad es no te puedo decir que me aburriste y estoy saliendo con otra. Es que sé que vas a sufrir, después del llanto vas a querer que te explique y no lo sé explicar, ¿cómo te digo que fue por caliente? Además dicen que la venganza de  una mujer engañada  es de lo peor y sinceramente en estos momentos lo último que necesito es tener certeza de eso

 

Podría seguir con los ejemplos, pero no quiero desviarme del tema principal. La conversación ya llegaba al punto de encuentro.

-A ver,  mi amiga tiene 38 y su novio tenía 31-me precisó. -Él no quería bebés, dice que ni ahora ni nunca. Entonces el decidió irse (pero corriendo) y ella quisiera estar con él, PERO quiere tener hijos algún día. Y ella piensa que ese día puede que no llegue por su edad.

-Aun así sigo sin entender lo de la edad –volví a la carga. De lo que sí estaba seguro era de que la declaración de no querer bebés era una “mentira piadosa”. Puedo apostar a que en un par de semanas más se enterará de que el vampiro tiene una nueva novia.

-Es que 38 no es lo mismo que 28, es una cuestión de biología –insistía en algo obvio. A veces pienso que me encuentra tonto. –Pero yo opino que para tener familia no se necesita la biología, eso lo dije siempre y ahora aún más! -agregó finalmente. Cada vez que me hablaba de su amiga, me trataba de dejar claro que ella era diferente, aunque no era necesario… sigo pensando en la razón por la que me envió el librito…

-Lo que no entiendo es que tu respuesta tuvo más relación con la edad que con el término de la relación con su ex novio –dije. Con esa frase esperaba que quedara claro mi punto. –Aunque creo poder entender la lógica –agregué.

-Pero…. mi amiga es de esas mujeres que siempre ha querido quedarse embarazada para fundar una familia. No quedarse embarazada por cualquiera.

-¿Habría preferido seguir con el novio parásito y tener hijos con él? o ¿tener un novio no parásito y no tener  hijos? –pregunté. –Si solo pudiera elegir entre esas dos opciones –agregué eso último para cerrar las opciones.

-Con el parásito y tener hijos –fue su respuesta instantánea. –Yo no, ELLA –agregó. Por supuesto que ahora si esperaba que hiciera ese comentario adicional, me estaba quedando con la impresión que mi hermana de alguna manera se sentía obligada a apoyar a su amiga, aún en contra de sus valores, quizás hasta entendía lo de las mentiras piadosas y si ese era el caso, sin darse cuenta al que ayudaba era al parásito.

-¿Es normal eso?  O es digno del Psycopath Test –le pregunté.

-Hahahaaa, ella no es psicópata, pero cada uno tiene su locura –me contestó.

¨Si claro, si por algo me mandaste el librito ese… –pensé.

-Lo sé –respondí.

-Y la curiosidad por esto… ¿Es sólo por curiosidad o es otra cosa? –me preguntó.

-Es que en tu respuesta dabas por entendido algo que no estaba explícito en tus palabras, cuando te pregunté si seguía triste –le contesté.

-¿Pero que dije?

¨Vamos a empezar de nuevo –pensé.

-Dijiste que ¨hacerse mayor era difícil para las mujeres¨, con eso empezó tu respuesta -le escribí, pero si hubiera podido se lo habría gritado.

-Ahhh, pero ese era un comentario aparte…aunque ella también está triste por su edad –me explicó.

-Entiendo eso, pero no lo explicaste antes –le reclamé.

-Lo tuyo sí que no lo entiendo ¿Cómo asumiste que yo pienso igual que tú? –me lanzó de repente. Era todo lo contrario, no sé a qué se refería, quizá era una lógica de doble negación o podía ser que me estaba diciendo que desde el inicio yo debí asumir que somos distintos, pero eso yo lo tenía claro hace rato.

-¿Una mujer te habría entendido?, seguro que sí–pregunté finalmente.

-Hahahaha, no sé, a veces no me explico muy bien.

-Vaya psicóloga que eres.

-Hahahaha, soy malísima.

-Jajaja –reí también, pero yo rio en español.

-Pero lo digo de verdad, creo que la edad afecta más a las mujeres que a los hombres –continuó.

-Es tan relativo eso –fue mi respuesta.-Cambiando el tema: ¿Cómo va la construcción de la nueva habitación que estás haciendo? –agregué.

-¿Ya te aburrí?

-No, nunca lo haces –le contesté, no era una mentira piadosa.