-Flavio, mañana viernes van a estar listos los exámenes de mi mamá, queda cerca de tu trabajo, ¿puedes ir a buscarlos? –dijo mi esposa, sabiendo que no tenía como negarme.

-Sí claro, ¿A qué hora? –respondí de buena gana, sería una buena oportunidad de ganar puntos con ella y mi suegra; nunca está de más tener ese tipo de ¨ahorros¨.

-Tiene que ser antes de las 5:00 pm – me advirtió.

-No hay problemas, salgo temprano y paso – el compromiso estaba hecho.

Mi suegra sobrevivió a un cáncer linfático y ya hace un par de años viaja a hacerse sus controles periódicos a Santiago.

Hoy el día estuvo muy soleado, se nota que la primavera está por llegar, con mis compañeros de trabajo fuimos a almorzar a un restaurant de carnes argentino, nos sentamos en la terraza, la sobremesa fue larga y entretenida. Cuando llegamos a la oficina, nos esperaba la celebración de los cumpleaños del mes, a la que obviamente me uní, pues yo era una de los festejados. Mientras comía mi pedazo de torta, me acordé de unos emails importantes que había dejado pendientes de repuesta, así que me disculpé y me dirigí hacia mi escritorio.

“Que rápido se pasa el tiempo! -pensé,  ya eran las 5:15 pm… Un escalofrío me recorrió desde la espalda hasta la corona de la cabeza…Mierda!!, los exámenes…

Urgido llamé a la clínica y me informan que los exámenes se entregan sólo hasta las 5:00 pm y que tendré que esperar hasta el próximo lunes. Insistí, pero no hay caso, nadie se apiada de mí.

Tomé el auto y me dirigí a la casa lo más rápido posible, en el intertanto trataba de imaginar una buena excusa y pensé que lo mejor era pedir ayuda. Para algo que sirva WhatsApp…entonces hice mi inventario de recursos disponibles:

Grupo de ex alumnos de la universidad  -Descartado, no hay suficiente confianza con muchos de ellos. Sólo se usa para datos relacionados al trabajo y uno que otro meme.

Grupo de ex compañeros del colegio –Muy general, no voy a poder filtrar mientras conduzco toda la información, descartado.

Grupo de ex compañeros del colegio buenos para el hueveo –Sí, me sirve, seguro me van a aportar con alguna idea, aunque voy a ser el foco de las burlas, pero me arriesgo, porque hay confianza.

Germán, un amigo zorrón e infiel, aunque después de años igual lo descubrieron y lo echaron de la casa –Aprobado, seguro cuento con su experiencia.

Amiga que no es amiga de mi esposa –También me sirve, puedo chequear con ella la excusa que me den.

Mientras manejo les chateo y les cuento que ya he usado las siguientes historias y no las puedo repetir: El neumático pinchado, el incendio en la oficina y la discusión con el carabinero incomprensivo que me detiene para pedirme los documentos.

-Di la excusa del motel –me dice un amigo del grupo. Qué gracioso,  le insisto que es en serio.

-Jajaja –varios de los integrantes del grupo.

-Aporten mierda… no sean insensibles con el amigo necesitado -Les imploro.

-Cerraron por balance e inventario -me dice otro amigo del grupo, al menos uno se lo tomó en serio.

-No sirve, mi esposa es capaz de llamar y se va a dar cuenta que no es verdad -le escribo.

Por mientras le pregunto a mi amiga si recuerda alguna mentira memorable que le hayan dicho y sólo responde:

-Jajajaja, te van a putear –Y no me dio ningún dato.

Pero, Germán me ilumina:

-Estás enfermo, tienes diarrea –Como todos los gurús, fue escueto y preciso, un grande.

Sí, eso era ¿Quién va a estar esperando un examen con incontinencia estomacal?, los baños en esos lugares son insalubres, quizá que enfermedad me puedo pegar ahí. Mi mente empezó a expandirse entorno a la idea de Germán.

-Me dieron esta excusa: tengo diarrea -le dije a mi amiga.

-Jajajaj, síii esaaa, jajaja -me contestó, pero en realidad no sé si está muerta de la risa con mi situación o de verdad a ella le haría sentido.

El asunto, es que no se me había olvidado algo trivial, eran los examenes de la suegra.  Entonces tenía que agregar un factor que le diera realismo, no me podía arriesgar.

-¿Y si entro corriendo a la casa, no le hablo a nadie, voy directo al baño, me meto los dedos a la boca y vomito? –le escribí al grupo y a mi amiga.

Todos los del grupo me escribieron risas y nadie me pronosticaba un buen final. Mi amiga por otro lado me dijo:

-Jajajaja, la cagasteee.

Eso no supe qué significaba, pero ya no tenía tiempo de pensar, ya había llegado a mi casa.

Seguí el rol tal como lo pensé, entré a la casa corriendo y para suerte mía, estaba mi esposa con un par de amigas  tomando once. Lo siento, pero la actuación debe ser creíble, así que entré al baño de visitas y vomité ruidosamente. Supongo que el té dejó de ser agradable, pero era eso o mi vida.

Toc Toc, golpean la puerta del baño.

-Flavio, ¿estás bien?.

-Sí, no tengo nada –Y era verdad, era verdad que no estaba enfermo y también que no me quedaba nada en el estómago.

-Abre la puerta, quiero ver que tienes –me dice realmente preocupada.

Salgo y le explico ¨lo que pasó¨, que estaba esperando el examen y faltaban muchos números y le muestro un número de atención de una farmacia que encontré en el auto (puse cara de pena también). Las amigas de mi esposa me interrumpen y dicen que lo primero es mi salud, el examen va a estar ahí el lunes también y un par de días no significan nada, pero yo debo cuidar de mi salud- ¨Que Sabias¨ pensé.

Ahora estoy escribiendo esta historia acostado mientras me hacen una sopita de pollo.

¿Qué tal?